18/2/21

Cuaderno de bitácora XVII. El maldito vendaval.


 Cuaderno de bitácora XVII. El maldito vendaval.

Semana náutica y regata de cruceros, sopla vendaval y fuerte. Este viento del sudoeste no me gusta para navegar porque es un viento racheado, falso, sobre todo dentro de la ría, vas tan tranquilo navegando con un viento de 12 nudos y de repente entra una racha de 30 nudos, como no estes hábil con la escota y la caña, puedes sufrir una tumbada y romper algo.

Si puedo evito navegar con este viento pero hoy tenemos regata y decidimos ir. El viento sopla, 20 nudos , así que decidimos poner un rizo y llevar toda la génova. Hoy me acompaña Fernando y el Neno, el cual no tiene experiencia ya que no suele navegar con nosotros. 

La regata tiene dos balizas, la de barlovento que está metida en la ría, enfrente de Figueras y la de sotavento que está en la boca de la ría a unos 500 m hacia fuera. 

La salida fue bastante buena, salimos en cuarta posición, detrás de los favoritos, los barcos regateros, el Lola es un crucero-regata, más pesado. Hay que tener cuidado con las empopadas y más si sopla vendaval, y estar atentos a las escotas del génova. 

Dejamos la baliza de sotavento por estribor, vamos terceros y nos ponemos a ceñir en demanda de la baliza de Figueras, voy atento a las rachas y llevo la mano en la escota de mayor, para soltar en caso de que nos entre una racha.

Segunda vuelta, vamos terceros, vamos en popa como un cohete, estamos llegando a la baliza y una racha bestial, 35 nudos, al Neno se le escapa la escota de génova y la vela se enrolla quedando un trozo trabajando, el barco se tumba, me aferro a la caña y caigo sentado en la bañera, el palo está tocando el agua, Fernando a proa intentando desenrollar la génova con el agua por la cintura, el Neno abrazado al obenque con el agua por la cintura, Fernando grita como un loco que me aproe, pero el barco queda atravesado al viento y la caña no responde, no puedo ostia , no puedo.

 Decido encender el motor, pero el timón no va porque el trozo de génova está cazado a la banda contraria y no deja trabajar a la caña,  derivamos, nos vamos hacia Penarronda, apago el motor, y nos dejamos llevar, estamos derivando, sin gobierno.Fer intenta en la proa arreglar el estropicio, el viento nos sacude por todas partes, estábamos a la altura del faro de Ribadedo y ahora estamos en Asturias,a la altura de la playa de Penarronda,cerca de Tapia. 

Fernando consigue enrollar un poco la génova, enciendo el motor y logramos poner rumbo oeste, hacia Ribadeo. Por la emisora oímos al Vergamota pedir socorro, acaba de romper el timón y está a la deriva, sus gritos ponen los pelos de punta. Otro velero ha roto el palo, está remolcándolo la lancha de auxilio.

Conseguimos llegar en este rumbo a la boca de la ría, pero no puedo entrar porque el viento nos abate y sigue trabajando el trozo de génova. Le paso la caña a Fernando y me voy a la proa me arrodillo e intento enrollar la vela, consigo meterla un poco y así metemos rumbo a puerto, llevamos 1 hora a motor, tengo miedo que nos deje tirados y aún tenemos que salvar las rocas de las Carrayas y encima la marea en contra.

Consigo enrollarla otro poco la vela, es un milagro que no rompiera, conseguimos salvar las Carrayas y ponemos rumbo directo a puerto, no puedo con los cojones, mis compañeros tampoco, el motor no nos dejo tirados esta vez y por fin atracamos. 

Me juro que no salgo más con vendaval, pero acabaré saliendo otra vez, lo bueno que no nos paso nada ni rompimos nada, lo malo que sólo nos quedaba un largo para terminar la regata en tercera posición.



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